jueves, 8 de octubre de 2009

El apereitivo


La apertura de un tercio del sumario del Caso Gürtel parece haber causado un auténtico tsunami entre la prensa y la opinión pública española. Y es que las concluyentes pruebas de la existencia de una red corrupta ligada al principal partido de la oposición, están siendo aderezadas por relojes, coches e incluso putas, al tiempo que nuevos nombres aparecen en el sumario. Cospedal insiste en la teoría de la persecución, denunciando que Conde-Pumpido, De la Vega y Rubalcaba se están ensañando con su partido. Es decir, insinúa al ciudadano de a pié que los jueces, los fiscales y la policia de un país democrático deberían poco menos que declararse en huelga y mirar hacia otro lado ante determinados personajes corruptos, y que detrás de todo está el Gobierno dictando las órdenes a los funcionarios. Por lo visto, lo correcto para la dirección del PP sería que los fiscales mirasen hacia otro lado al descubrir indicios de corrupción en el seno de su partido. El ladrón de guante blanco, el que percibe comisiones y el que recibe dádivas y regalos en función de su cargo debe de tener un trato diferencial con respecto al chorizo de la calle. En ese argumentario se escudan día tras día sin tomar decisiones valientes mientras el jóven y desenfadado Ric continúa sin dimitir. Y todo ante el asombro de unos y de otros, puesto que Rajoy en los últimos años ha sido capaz de plantar cara y enfrentarse a Acebes, Aguirre, Gallardón o incluso dicen que al mismísimo Aznar, pero es incapaz de enfrentarse directamente a un secretario de comunidad autónoma sin cargo alguno en el gobierno de la misma. El clavo que sujeta a Ric es el mismo que sujeta a Camps y, en un alto porcentaje, el que sujeta a Rajoy y por eso éste último se resiste a tomar una decisión drástica. Se ha abierto un tercio del sumario pero ésto parece ser tan sólo el aperitivo de un plato fuerte que todavía está por llegar.

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